MEDICINA CUANTICA

Efectos Para la Salud de los Campos de Radio Frecuencias de 1MHZ a 10GHZ

by on Jun.17, 2010, under El Espacio, General, Los Campos Energéticos, Metales Pesados, Toxicidad

Miguel Jara periodista especializado en la salud, afirma que las enfermedades del siglo XXI serán las derivadas de la radiación electromagnética procedente de los campos vibratorios tecnológicos que nos rodean por doquier. En el siguiente artículo ampliamos información sobre la radiación, los efectos de las frecuencias que emiten los dispositivos informáticos y el resto de tecnocracia que compartimos asi como los estudios llevados a cabo por especialistas en varias universidades alrededor del mundo.      

«Las radiaciones electromagnéticas se dividen en dos grandes categorías dependiendo de su nivel de energía: las radiaciones ionizantes y las no ionizantes. Ejemplos de radiaciones ionizantes serían la radiactividad o los rayos X. Están admitidas como peligrosas y se gestionan con las medidas de seguridad apropiadas, por lo que ya no volveremos a tratarlas, y nos centraremos en las no ionizantes. Las radiaciones no ionizantes son las producidas por la corriente eléctrica, transmisiones de radio y televisión, y telefonía móvil (también llamadas microondas). De estas radiaciones siempre se ha dicho que no perjudicaban porque no producían efectos de calentamiento celular (los llamados “efectos térmicos»).

Esta opinión nunca ha sido unánime entre los científicos, pero recientemente se vienen produciendo una serie de hechos que han sacado el tema a debate. Lo que ya muchas investigaciones han dejado claro es que también existen «efectos no térmicos», que hasta ahora no se han tenido en cuenta, pero que no por eso dejan de ser peligrosos. Los sistemas actuales de teléfonos móviles funcionan a frecuencias comprendidas entre 800 y 1800 MHz. Cabe que se introduzcan pronto sistemas que utilicen 2100 MHz y otras frecuencias todavía más altas. Todas ellas están dentro de una gama que va desde 1 MHz a 10 Ghz (1 Ghz = mil MHz). Durante los últimos cuarenta y cinco años se han investigado los efectos adversos para la salud de exposición a RF dentro de esos márgenes.

Se sabe que los campos de RF dentro de esa gama penetran en los tejidos expuestos y producen calor debido a la absorción de energía. La profundidad de la penetración en el tejido depende de la frecuencia del campo y es mayor para las frecuencias más bajas. Incluso niveles muy bajos de energía de RF producen pequeñas cantidades de calor, pero los normales procesos termorreguladores del organismo las eliminan. Sin embargo, las normas técnicas internacionales, que rigen la fabricación de los teléfonos móviles y la construcción de sus estaciones de base, prohíben que unos y otras produzcan cantidades de calor apreciables.

Exposición a Campos de RF de Baja Intensidad:
Aunque demasiado bajos para producir calor apreciable, se ha señalado que esos campos alteran la actividad eléctrica del cerebro de gatos y conejos debido a cambios en la movilidad del ion calcio. Este efecto también se ha señalado en células y tejidos aislados. Otros estudios han sugerido que los campos de RF modifican la tasa de proliferación de las células, alteran la actividad enzimática o afectan a los genes en el ADN de las células. Esos efectos no están comprobados, ni sus consecuencias para la salud humana se entienden lo suficientemente bien como para restringir por ello la exposición humana a los campos de RF de baja intensidad.

Así pues, los portátiles emiten la radiación directamente al aire sin ninguna clase de blindaje, ni protección, y es obvio que lo más cercano al teléfono es la cabeza del usuario que está en contacto directo con él. Los teléfonos portátiles no emiten la misma dosis de radiación cuando están a la espera, sino que llega a sus máximos picos cuando reciben o efectúan una llamada.

La radiación de microondas, entre otros fenómenos atérmicos, calienta las células de la piel y del cerebro situadas en la proximidad del foco emisor. Algunas investigaciones apuntan que pueden ser responsables de cánceres de piel y de cerebro, enfermedad de Alzheimer, cataratas, problemas nerviosos, dolor de cabeza e insomnio. Estos últimos síntomas son bien conocidos por muchos de los usuarios de teléfonos moviles.

Otra vía de influencia es a través de la producción de melatonina. La melatonina es una hormona descubierta recientemente, producida por la glándula pineal, una de cuyas funciones conocidas es la de regular los ritmos de sueño y vigilia. Una alteración en su producción conlleva desarreglos del sueño y caracteriales, tales como depresión, cansancio y, en el extremo, propensión al suicidio. Otra experiencia más, de las múltiples investigaciones realizadas en diferentes países, fue la realizada por un grupo de investigadores alemanes cuyos resultados fueron publicados en diferentes revistas, entre ellas la alemana «Test Ecológico» en su nº 9 (Septiembre de 1994).

Consiste básicamente en el registro de las ondas cerebrales de una persona (se realizó repetidamente sobre diferentes voluntarios). La persona en cuestión está, en principio, en una situación normal y sin teléfono, registrándose lógicamente unas ondas normales en su cerebro, pero en cuanto se pone en marcha el radioteléfono junto a la oreja, en el electroencefalograma aparecen unas ondas cerebrales totalmente anormales en forma de picos y curvas bruscas. Pero lo más grave del asunto viene cuando se observa que, una vez cesado el uso del teléfono, el electro no registra una vuelta a la normalidad de las ondas cerebrales, sino que siguen existiendo dichas señales completamente anormales. La duración de esta anormalidad se mantiene durante un tiempo de más de 24 horas para una sola llamada de 15 a 20 minutos de duración, es decir que, con una simple llamada al día como la indicada, y repetida durante días sucesivos, se asegura un daño continuado en el cerebro.

Las perturbaciones del electroencefalograma ya se empiezan a registrar a una distancia de noventa metros para los teléfonos portátiles más potentes y a diez metros para el teléfono portátil menos potente.

Un estudio científico realizado por uno de los centros de investigación médica más prestigiosos del mundo, el Instituto Karolinska de Estocolmo, el mismo que otorga los conocidos premios “NOBEL” confirma sin posibilidad de rebatirlo que los teléfonos móviles aumentan el riesgo de sufrir cáncer en las zonas expuestas a las microondas durante la conversación.

Los resultados de la investigación, realizada con 209 personas con cáncer de cerebro, fueron presentados el pasado mes de mayo por su coordinador el doctroa Lennart Hardell quien aseguró que el estudio es suficiente para prevenir a los usuarios sobre la conveniencia de limitar el uso de los móviles, aunque deban hacerse nuevos y mayores estudios acerca de la indidencia de los teléfonos de generación más reciente.

Su equipó ya ha iniciado una nueva investigación con 1.500 pacientes cuyos resultados esperan obtenerse en el plazo de un año. No obstante, según el doctor Hardell, «está garantizado que esta nueva investigación no contradecirá la conclusión actual sobre la conveniencia de evitar la exposición».  Hardell aconseja utilizar el teléfono móvil sólo para comunicaciones de corta duración, utilizar auriculares para reducir la exposición a las microondas y, si se usa en el coche, instalar una antena exterior.

El director de la investigación añade que los niños deben extremar estas precauciones pues su cerebro, en fase de desarrollo, es más sensible a las microondas que el de los adultos.
Según estudios realizados por organismos gubernamentales europeos, el ganado vacuno criado en las cercanías de instalaciones de telefonía móvil da menos leche e incluso presenta daños físicos. En tal sentido, el Ministerio del Ambiente de Baviera encargó en junio de 1998 una investigación que estableció que una torre de telefonía móvil ha hecho disminuir la producción de leche en 30 explotaciones ganaderas de la región.

Al respecto la Organización Mundial de la Salud realiza actualmente una investigación internacional para disipar las dudas que existen sobre los riesgos de contaminación electromagnética, cuyos resultados se conocerán recién en el 2002.

TRES IMPORTANTES RIESGOS SANITARIOS «DOCUMENTADOS».

La radiación de microondas de 900 Mz- 1800Mz, está modificada en el sistema GSM por una señal pulsada con frecuencia de corte, como sierra, de 217 por segundo. Informa Dr. G. Hyland de la Universidad de Warwick Inglaterra y Universidad de Neuss-Holzheim Alemania, que se deben considerar las frecuencias de interrupción mas lentas de 8.34 por segundo, que interfieren las ondas alfa cerebrales. Los equipos con transmisión DTX tienen una frecuencia menor de 2 Hz, que si está presente en el E.E.G. de adultos es síntoma de patología neuronal y por este motivo Dr. G. Hyland recomienda que no se han de promover por exposición a estas frecuencias.

Según Dr. Neil Cherry se ha demostrado que los pulsos son peores que las ondas continuas con respecto a provocar daño celular y cáncer.

1.-) ALTERACION DE LA PERMEABILIDAD CEREBRAL:
Investigado en la antigua Rusia hace 27 años.
Investigado en los Estados Unidos hace 22 años. Pendiente de publicación.
Recientemente comprobado en la Universidad de Lund. Suecia.

2.-) ALTERACION DEL ELECTROENCEFALOGRAMA E.E.G.
Investigado por Dr. Lebrecht Von Klitzing de Lübech, Alemania hace 6 años.

3.-) ROTURA DE CROMOSOMAS.
Investigado por Dr. Henry Lai Universidad de Washington hace 6 años.

Dr. Neil Cherry de la Universidad de Lincoln, Nueva Zelanda, afirma: «No guardes el teléfono en un bolsillo próximo al pecho o en el cinturón, cerca del hígado, los riñones, la matriz o los testículos, porque la radiación de microondas puede romper los cromosomas donde quiera que estén».

Fuente: http://www.probicosl.com/index.php?Itemid=99&id=64&option=com_content&task=view
http://microondasmicroondasmicroondas.blogspot.com/search?updated-min=2010-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&updated-max=2011-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&max-results=2

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