MEDICINA CUANTICA

¿Alguna vez te has preguntado cuanta actividad o trabajo hace falta que pongas en un proyecto para que salga adelante? ¿Por qué unos productos triunfan y otros no?  ¿Por qué no tienes suficiente fuerza de voluntad para hacer los cambios que necesitas?  ¿Cuántas veces tienes que oír o pensar algo hasta decidirte a realizar la acción? Indiscutiblemente lo verdaderamente importante es realizar cambios. De Stefano, el niño índigo de la entrada anterior también comentaba la importancia de estar en movimiento; de realizar cosas. Nos dice que lo peor es dejar la energía estancada, paralizada. ¿Sería posible que cada cambio incluso a nivel individual requiera de una masa crítica? Hemos oído hablar que los cambios planetarios requieren de un cierto número de personas que mediante su intención eleven la conciencia del planeta. Pero ¿Qué pasa a nivel individual? Todos sabemos o intuimos lo bien que nos vendría cambiar ciertos patrones para mejorar nuestro nivel de vida. Sin embargo, muchos de estos cambios se postergan mes tras mes.

Ha habido varias entradas en el blog haciendo referencia a este fenómeno, que he denominado “hacer click” o sencillamente obtener la “masa crítica” para lograr cambios necesarios. La grandiosidad del fenómeno de la masa crítica está en que una vez se ha obtenido ese número de acciones, bacterias o personas, la información se trasmite espontáneamente al resto de la población.  Me baso en la evidencia de varios científicos, entre ellos Rupert Sheldrake y la Dra. Bonnie Bassler, ambos prestigiosos biólogos de reconocimiento internacional. A nivel empresarial también la masa crítica incide en el éxito o fracaso a la hora de lanzar productos.

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Rupert Sheldrake, propone en su libro «Una nueva Ciencia de la Vida» que todos los sistemas se regulan por campos organizadores invisibles, los campos morfogenéticos o mórficos, que funcionan como si fuesen modelos para la forma y el comportamiento. Sheldrake ha desarrollado el concepto de “campo mórfico” de una especie y la posibilidad de que en ella se generen cambios generales en los procesos evolutivos colectivos a partir de cambios individuales aislados, si estos se repiten en un cierto número de especímenes, que denomina “masa crítica”. Amit Goswami escribe en su libro el “Médico Cuántico” que “la gran aportación de Sheldrake a la biología consiste en el reconocimiento de la fuente del comportamiento a modo de programa. Sheldrake introduce los campos morfogenéticos no-locales y no-físicos en la biología para explicar los programas que ponen en marcha la morfogénesis biológica, la creación de formas físicas en los seres biológicos. …El trabajo del cuerpo físico es hacer representaciones de los campos morfogenéticos del cuerpo vital. El trabajo de las representaciones es llevar a cabo las funciones de la vida, el mantenimiento y la reproducción.”

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Las formas vivas se ponen en marcha mediante programas de software, o información que transita en el ADN de la especie.

Los campos morfogenéticos o campos mórficos llevan información, no energía, y ejercen influencia a través del espacio y del tiempo sin pérdida alguna de intensidad después de haber sido creados. Son campos no físicos que influencian sistemas que presentan algún tipo de organización inherente. Para él la forma depende de la resonancia mórfica a través del tiempo.

La teoría de Sheldrake de la causación formativa se centra en cómo las cosas toman sus formas o patrones de organización.

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Explica la formación de átomos, moléculas, células, cristales, plantas, animales, sociedades, galaxias. Abarca a todas las cosas que tienen formas, patrones, estructuras o propiedades auto-organizativas.

A nivel de patrones de conducta, según la hipótesis Sheldrake, los cambios en las acciones de los individuos pueden modificar el campo mórfico de la especie y propiciar que aparezcan esas conductas nuevas en otros miembros de la especie.

Para Sheldrake un campo mórfico no es una estructura inmutable, sino que cambia al mismo tiempo que cambia el sistema con el que está asociado. La «acción» repetida, es el factor que origina el cambio de los campos mórficos. A través de los hábitos, los campos mórficos van variando su estructura y dan pie así a los cambios estructurales de todos los sistemas a los que están asociados.

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Así si analizamos lo que ocurre en el mundo de la empresa, nos encontramos con Malcolm Gladwell que en su bestseller, «The Tipping Point» define el tipping point (punto de inclinación) como “el momento de la masa crítica, el umbral, el punto de ebullición”. Defiende que cambios pequeños pueden ocasionar grandes eventos siempre que estén involucrados tres tipos de personas: los conectores (aquellos que conocen a mucha gente y actúan pasando la información), los maven (expertos), los especialistas de la información, y los vendedores. Si están presentes estos tres tipos de personas en el lanzamiento de una marca o producto, la empresa será capaz de traspasar el umbral y hacer de su producto una gran estrella.

La Dra. Bonnie Bassler, prestigiosa catedrática de la Universidad de Princeton, descubrió que las bacterias “hablan” entre sí, usando un lenguaje químico que les permite coordinar defensas y lanzar ataques SIEMPRE Y CUANDO ACTÚE NO SOLO el ”yo” o una única bacteria sino el conjunto. Cuando un número determinado de bacterias se ponen de acuerdo mediante “votación”, lanzan la acción al organismo donde se alojan, bien en forma beneficiosa o virulenta. La doctora reflexiona que una sola bacteria es tan pequeña que es imposible que produzca malignidad actuando INDIVIDUALMENTE.

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La sensibilidad quorum es un proceso que permite a las bacterias comunicarse usando señales químicas moleculares, llamadas autoinductores. Este proceso proporciona a la población de bacterias regular de forma colectiva la expresión genética y por tanto, la conducta. Este proceso de contar con el “censo” permite al grupo expresar genes específicos. En general, los procesos controlados por la sensibilidad quorum solo son efectivos cuando actúa el grupo en conjunto. Todas las bacterias comparten parte de la misma cadena molecular Y POR TANTO ESTÁN CONECTADAS.

El refranero español recoge este concepto con “cada piedra hace pared” y estoy convencida que los cambios ocurren cuando alcanzamos la información suficiente a niveles inconscientes que nos precipita a realizar el cambio; es decir subimos de nivel, siendo el concepto cuántico el de discontinuidad. Parafraseando a Amit Goswami, se produce la discontinuidad cuando un electrón no recorre en ningún momento el espacio intermedio entre una órbita y otra, sino que simplemente desaparece y vuelve a aparecer en otra órbita.

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Y vamos a lo que interesa: ¿Qué hace falta para triunfar en un proyecto individual, empresarial o colectivo? ACTIVIDAD. Rotar o mover la suficiente información de forma que se alcance una masa crítica a nivel personal o colectivo que precipite saltar el UMBRAL; conseguir que tu producto lo conozca el número especial que requiere la masa crítica, digamos 100 personas, para saltar espontáneamente en el incosnciente colectivo de la mayoría dela población.  A nivel personal, digamos que necesitamos acumular una cantidad suficiente de información, en la forma de relaciones sinápticas, que nos permita acumular el potencial necesario para tomar acción y logara piedra tras piedra levantar la pared o emerger de la profundidad hacia la luz.

CREDENCIALES:

Portada:  Annie Liebovitz

Foto 2: David LaChapelle

Foto 3: Alberto Oviedo

Foto 4: Edward Steichen

Foto 5: Richard Avedon

Foto 6: Diane Arbus

Foto 7:  Tom Hoops

FUENTE:  http://www.conalasypies.com.ar