MEDICINA CUANTICA

Crédito: Pinterest

Tras completar un proyecto sobre abejas y otro en el que observó un fragmento de su propia cadera –que extrajeron en una operación-, la fotógrafo Rose-Lynn Fisher puso en marcha un estudio con el nombre de «La topografía de las lágrimas».

De este modo, la artista tomó muestras de lágrimas generadas en situaciones diversas, las secó y las estudió para conocer qué diferencias existían entre ellas. Todo ello bajo el objetivo de potentes microscopios electrónicos de barrido con los que se magnificaron sus minúsculas estructuras, revelando formas sorprendentes y abstractas, demasiado pequeñas para ver a simple vista.

Lágrimas de tristeza

“Hace unos cinco años que empecé el proyecto durante un periodo de copiosas lágrimas, en medio de muchos cambios y pérdidas –tenía un superávit de materia prima-” dice Fisher.

Se dio cuenta que “todo lo que ven nuestros ojos es solo la cima de un iceberg, visualmente hablando” explica. “Se me pasó por la cabeza el pensamiento de “¿cómo será una lágrima desde la proximidad?”

Pues veamos entonces…

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