MEDICINA CUANTICA

Un lujo: la fortuna de combinar la potencia de dos mentes brillantes que buscan esclarecer la naturaleza del PENSAMIENTO: Jiddu Krishnamurti y David Bohm. Por separado contribuyeron cada uno a la comprensión de caminos bien distintos y a priori enfrentados entre si: la Espiritualidad y la Física. Apadrinados desde jóvenes por personajes tan influyentes como Einstein o Annie Bessant respectivamente, lucharon por comprender un mundo mentalmente caótico, enfrentándose a la rigidez de las formas imperantes en sus campos de trabajo. Dos personas que durante el siglo XX influenciaron con sus teorías la forma en la que hoy día contemplamos el mundo rompiendo peanas y ausentándose en lo laboral en muchos sentidos del camino establecido por sus contemporáneos.  Juntos sentaron las bases para el concilio entre la Ciencia y la Espiritualidad pulimentando la pieza fundamental existente entre ambas ramas: la Conciencia.

El área primaria de interés de Krishnamurti y David Bohm es la naturaleza del pensamiento, (siendo la respuesta de la memoria la definición esencial del pensamiento con la que trabajaron), como el pensamiento es limitado, y las formas en las que esto crea fragmentación y división entre nosotros y por tanto el mundo que creamos. Esta fragmentación fundamentalmente influencia la forma en la que vemos el mundo y es la fuente de conflicto que vemos en todos sitios “ahí fuera”. La fuente del conflicto de “ahí fuera” se origina dentro de cada uno de nosotros por nuestra forma de pensar -en tiempo presente- y como cuando paramos de pensar sobre algo, no “desaparece”, sino que INGRESA en la memoria y se convierte en pensamiento -tiempo pasado-.

David Bohm fue un físico americano, que hizo importantes contribuciones en los campos de la física teórica, la filosofía y la neuropsicología, y además participó en el Proyecto Manhattan. Fue Profesor Emérito de Física Teórica de Birkbeck College, en la Universidad de Londes -University of London-. Empezó trabajando al lado de Einstein durante los años 50 y se definió hacia el campo de la teoría cuántica, el paso siguiente a la teoría de la relatividad. Las dificultades durante le Era McCahthy causadas por su posición “radical” de la política le empujaron a dejar su norteamérica natal en el 1951.

Einstein expresó acerca de Bohm: «él es el único que puede ir más allá de la mecánica cuántica». A través del tiempo, los libros de Bohn han ido ganando un estatus de culto, debido en parte al enfoque filosófico detrás de los mismos, que rehuye el positivismo típico de la interpretación de Copenhague.

Jiddu Krishnamurti fue un conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual. Sus principales temas incluían: revolución psicológica, el propósito de la meditación, relaciones humanas, la naturaleza de la mente, y como llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global.

Krishnamurti nació en la ciudad de Madanapalle, Andhra Pradesh, en la India colonial, y fue descubierto en 1909, cuando aún era un adolescente, por C.W. Leadbeater en las playas privadas del centro de la Sociedad Teosófica de Adyar en Madrás, India. Posteriormente fue adoptado y criado bajo la tutela de Annie Besant y C.W. Leadbeater dentro de la Sociedad Teosófica Mundial, quienes vieron en él a un posible Líder Espiritual. Subsecuentemente se rehusó a ser el mesías de un nuevo credo, hasta que en 1929 disolvió la orden creada para ese fin.

Alegaba no tener nacionalidad, ni pertenecer a ninguna religión, clase social, o pensamiento filosófico. Pasó el resto de su vida como conferencista y profesor viajando por el mundo y enseñando sobre la mente humana, tanto a grandes como a pequeños grupos. Fue autor de varios libros, entre ellos Primera y última libertad, La única revolución y Las notas de Krishnamurti. A la edad de 90 años dio una conferencia en la ONU acerca de la paz y la consciencia, y recibió la Medalla de la Paz de la ONU en 1984.

Fue en el año 1959 la primera vez que Bohm descubre a Krishnamurti (K) a través de su libro titulado La Primera y Última Libertad y la exploración sobre la cuestión del observador y el observado. Ambos, Bohm y K habían estado cuestionándose las limitaciones impuestas en el descubrimiento y conocimiento por las restricciones del lenguaje y las imágenes. La naturaleza del observador y el observado se centra en las dificultades creadas por el “ego” el cual en el proceso de observación y cualquier acción precedida de ella, “está usualmente anclado en la creación aparente de un segundo ego, que está viendo y actuando sobre el primer ego. Este es el problema del observador y el observado, una estructura cognitiva que es apropiado y efectiva en algunos dominios pero acribillada con contradicciones cuando se le da un uso psicológico”. El sujeto era de gran interés para Krishnamurti y Bohm. Se encontraron poco después y empezaron una amistad basada en su interés mutuo en la forma en la que trabaja el pensamiento.

En una Introducción Breve al Trabajo de Krishnamurti, Bohn escribió: “…empezamos a considerar el desorden general y la confusión que reina en la conciencia de la humanidad. Es aquí que encontré lo que siento es el mayor descubrimiento de Krishnamurti. Lo que él estaba seriamente proponiendo es que todo el desorden, que es la raíz del pesar y la extensa miseria que impide a los seres humanos que trabajemos bien juntos, tiene su causa en el hecho de que somos ignorantes de la naturaleza general de nuestros procesos de pensamiento. O poniéndolo en otros términos se puede decir que nosotros no vemos lo que realmente ocurre, cuando estamos envueltos en el acto de pensar».

ARTÍCULO PROPIO CON FUENTES TOMADAS DE:

 http://www.ratical.org/many_worlds/K/ http://es.wikipedia.org/wiki/David_Bohm;

http://es.wikipedia.org/wiki/Jiddu_Krishnamurti;
http://canalhypatia-concienciaycuantica.blogspot.com/search/label/%23Jiddu%20Krishnamurti