MEDICINA CUANTICA

Cualquier abuso lleva implícito su propio ajuste y es el tiempo quien tiene la última palabra para saber detalles del desenlace y proporciones del apaño.  La realidad es que en el último siglo y lo que llevamos de este hemos estado abusando de las pastillas como solución rápida y eficaz para sintonizar los desequilibrios corporales y sencillamente la industria farmacéutica ha hecho un gran trabajo proporcionándonos lo solicitado.  En lugar de mirar en nuestro interior y trabajarnos día a día todos aquellos aspectos desarmonizantes y desequilibradores hemos tirado balones fuera y requerido fórmulas mágicas, sintéticas y rápidas para evitar hacer el trabajo interno.  Todo tiene un precio y aún estamos por ver las consecuencias de poner tanto parche a la rueda del coche.   La farma industria, tal como se recoge en el artículo a continuación, empieza a pasarlo mal.   En última instancia es la materia en su forma más lúdica -el dinero- quien ordena y manda.  Este ajuste tan necesario no estaría posiblemente teniendo lugar ahora si no fuese por estar inmersos en plena crisis económica, aunque todos intuimos que la verdadera crisis es la de los valores.              

«Directivos de importantes multinacionales rompen su silencio en A TU SALUD, suplemento del Periódico La Razón, y alertan del peligro de las medidas del Gobierno para el tejido industrial en España

Más de 20.000 empleos, en el alero; un 20 por ciento de la facturación, perdida; empresas históricas como Ferrer o Gelos –fabricante del célebre Gelocatil–, abocadas al cierre de plantas; el histórico Grupo Uriach, en serios problemas; multinacionales como Lilly, con la duda de mantener en España sus instalaciones dedicadas a la investigación biomédica; las amoxicilinas genéricas, a punto de desaparecer…

La industria farmacéutica que opera en nuestro país atraviesa, posiblemente, el peor momento de toda su historia y parece abocada a la deslocalización. El desastre está originado por la crisis, pero, sobre todo, por las fluctuantes, tardías y desproporcionadas medidas que, a juicio del sector, ha puesto en marcha el Gobierno. Si una imagen dice más que mil palabras, la escena captada en Barcelona el martes describe a la perfección la gravedad de la situación: nunca antes desde los tiempos de Enrique González Hervada en Farmaindustria se había vivido tal tensión en la patronal farmacéutica, y nunca antes se habían congregado a la vez tal elenco de directivos de compañías españolas para denunciar el drama empresarial en ciernes. Agrupados en torno a Jesús Acebillo, presidente de Farmaindustria y máximo responsable de Novartis, nombres y apellidos ilustres como Antoni Esteve, Jorge Gallardo, Rafael Juste y Xavier Font han alertado de la posible destrucción del tejido industrial en España.

¿Qué ha pasado para que compañías españolas y multinacionales aparquen a un lado sus atávicas diferencias y hagan piña en defensa del sistema vigente? El detonante es el «tijeretazo» elaborado por la vicepresidenta económica, Elena Salgado. «Tijeretazo» que se traduce en un descuento obligatorio del 7,5 por ciento en las ventas de los medicamentos innovadores, rebaja muy superior a la aprobada por José Manuel Romay en tiempos del PP, y después por la propia Salgado como ministra de Sanidad. La otra «cuita» consiste en el fraccionamiento de los envases de los fármacos para que los pacientes no tiren las pastillas sobrantes.

Lo más grave de todo es que no existen garantías de que un recorte de tal calibre vaya a servir para rescatar a la Sanidad de la bancarrota: el modelo de financiación no finalista no obliga a las autonomías a destinar a hospitales y centros de salud lo recabado por tal vía. El «tijeretazo» sanitario sería, así, una medida coyuntural. En total, las medidas del Gobierno y la reforma de los precios de referencia de las medicinas de hace un mes le harán perder a la industria más de 1.500 millones al año. Sus beneficios en 2008 fueron de 1.063 millones.

Peligro de muerte para la I+D
La situación es tal, que varios presidentes y máximos responsables de las compañías más importantes han decidido romper su silencio en A TU SALUD y exponer sus quejas. Algo inusual, dada su habitual cautela. Lo hicieron antes de conocer la versión definitiva del «tijeretazo» aprobada el jueves. «Rebajar el precio de los medicamentos innovadores es una decisión que no podemos asumir y supondría un retroceso sin precedentes para la industria farmacéutica en España. Además, tendrá un impacto no sólo a corto plazo, sino también a medio y largo plazo, y puede comprometer las inversiones futuras en I+D», asegura Theo Van Der Loo, director general de Bayer HealthCare.

Desde Sanofi-Aventis, su director general, Jérôme Silvestre, sostiene que la empresa a la que representa, generadora de más de 1.600 puestos de trabajo directos, «apuesta por colaborar con el Gobierno en conseguir ajustes presupuestarios ante la grave situación provocada por la crisis económica», pero «siempre desde el diálogo y buscando fórmulas que no destruyan el futuro desarrollo de una de las pocas industrias que más empleo siguen generando». En este sentido, sostiene que las medidas anunciadas por Zapatero son «desproporcionadas y, de aplicarse, pueden acabar con un sector innovador, poniendo en riesgo el futuro de las inversiones de empresas como la nuestra en España».

Paul Hudson, presidente de AstraZeneca España, asegura que «somos conscientes de las dificultades económicas y entendemos la necesidad de adoptar medidas inmediatas para reducir el déficit público. No obstante, no comprendemos por qué se exige un sacrificio tan desmesurado a la industria farmacéutica. Hemos demostrado nuestra lealtad y compromiso aceptando las medidas del Real Decreto 4/2010. Pero estas medidas adicionales nos colocan en una situación extrema que, con toda seguridad, tendrá consecuencias muy graves sobre la reducción de la innovación y sobre la sostenibilidad de un sector que es el que más invierte en investigación y en empleo altamente cualificado».

Un golpe a la I+D
En opinión de Peter Hug, responsable de Roche Farma para Europa Occidental, «ante la actual situación económica del país, es admisible el establecimiento de un plan de ajuste para reducir el gasto público, aunque consideramos que las medidas de recorte en el sector sanitario motivarán importantes problemas estructurales en la inversión en I+D que genera la industria farmacéutica en España».

Por su parte, Rodrigo Becker, presidente de GlaxoSmithkline España, recuerda que su empresa «cuenta con dos centros de I+D punteros en nuestro país, que emplean a 243 investigadores, además de a otras 60 personas dedidacas a la investigación clínica. Todo ello supuso en 2009 unos gastos e inversiones locales en I+D de más de 60 millones de euros. Asimismo, Glaxo cuenta con dos centros de producción que emplean a 637 personas. Entendemos que ello debe ser considerado como un claro compromiso y una generación de valor para el país y que debe suponer una distinción a la hora de considerar a los sectores y a las empresas que contribuyen al desarrollo industrial, tecnológico y científico de España».

Desde Boehringer-Ingelheim, su director general, Manuel García-Garrido, recuerda que «una disminución muy relevante de los ingresos de la industria farmacéutica en España, como ha sido anunciada, pone en peligro a un sector industrial que hace décadas ha aumentado la exportación, la inversión en I+D y el empleo de calidad en nuestro país, siendo uno de los pocos ejemplos del modelo de economía basada en el conocimiento». Ana Céspedes, directora corporativa de Merck en España, lamenta que estas decisiones «puedan afectar a la credibilidad de nuestro país como centro receptor de inversiones: claramente, la apuesta de las multinacionales por España pierde valor frente a otros países con políticas sólidas en materia de innovación y con planes a largo plazo»».

FUENTE: http://www.larazon.es/noticia/2835-tijeretazo-el-recorte-pone-en-jaque-la-inversion-de-los-laboratorios