MEDICINA CUANTICA

La Conciencia Entra en la Política

by on Ago.27, 2010, under Kultura, La Conciencia, Sociología

2639131784_9d9992fd45_b  

Casi nadie en este país sabe de lo ocurrido en Islandia.  Por una razón u otra la noticia no pasó los filtros de los telediarios españoles (???).  A nosotros nos interesa la conciencia colectiva que comparten los habitantes de una ciudad europea que deciden siendo testigos del hundimiento económico cambiar drásticamente de rumbo comenzando por exiliar a los políticos y empresarios responsables de la calamidad y eligiendo la Comedia para solucionar la papeleta económico-social.  ¿Por qué?       

«Tiene cara de compungido, tanta que a veces provoca lástima. A la más mínima petición de concreción en su discurso, escurre el bulto. Ante la sorpresa que provoca, ni se inmuta. Es Jón Gnarr, 43 años, quien desde hace menos de un mes ocupa la alcaldía de Reikiavik (Islandia) y que hasta ahora se había dedicado a su carrera de humorista y animador televisivo.

Mynd_0755841 Si los políticos no paran ni un segundo de hacer el payaso, es momento de que los payasos hagamos política. Bajo esta sencilla premisa ganó en mayo Jon Gnarr las elecciones municipales en Reikiavik, al frente del Besti Flokkurinn, «The Best Party» (el mejor partido), «como no puede ser de otra manera» -aclara con tono monocorde-. Logró el 34,7% de los votos y seis escaños, desbancando al poderoso Partido de la Independencia. «Hemos hecho una coalición con los socialdemócratas, que tienen… ¿cuántos escaños? -le pregunta a su asistente-.  Y lo he hecho con un programa electoral tan descabellado como efectivo.

Promete que no cumple sus promesas

El eslogan que me ha llevado finalmente a la alcaldía de la capital islandesa no puede ser más absurdo: «Podemos prometer más ya que en ningún caso lo cumpliremos». Un divertido discurso que ha calado perfectamente entre miles de ciudadanos descontentos y que ha incluye promesas tan delirantes como éstas: un Parlamento sin drogas para el año 2020, toallas gratis en las piscinas de la ciudad, Fiesta anual de los abuelos, un oso polar para el zoo de Reikiavik, importantes beneficios para los fracasados, construcción de un Disneylandia junto al aeropuerto, introducción de colonias de ranas y puesta en marcha del día de las mujeres, durante el cual los hombres han de permanecer en sus casas.

Mucho sentido del humor. Esta ha sido la única receta que he aplicado para llevarme el gato al agua. Por eso, desde el primer día que decidí subirme a la noria de las elecciones afirmé sin rubor que no cumpliría ninguna de mis promesas electorales. Y aseguré que, a diferencia de los partidos tradicionales, corruptos en secreto, yo sería abiertamente corrupto.

Soy un payaso que ha decidido hacer política para ridiculizar a los políticos. Y mi mensaje, trufado de humor, se ha depositado en el imaginario de una sociedad que está harta de escuchar falsas promesas. De una sociedad que quiere que sus representantes dejen de llenarse los bolsillos con el dinero de los contribuyentes. De una sociedad hastiada de comprobar cómo esos mismos políticos sólo desean perpetuarse en sus cargos.

La realidad es que una gran mayoría de los 120.000 habitantes de la capital de Islandia ha dejado su ciudad en manos del antaño ‘Jonny Punk’, como versa en el extraño curriculum que distribuye su gabinete de prensa. Mal estudiante, paso de un centro educativo a otro hasta que en 1990 emigró a Suecia. Allí trabajó en Volvo y dos años después regresó a casa. Comenzó a ejercer de taxista lo que, según explica, le dio muchos argumentos para hacer chistes.

En 1992 comenzó su andadura como comediante con éxito imparable. «La gente ha estado muy preocupada durante demasiado tiempo. Nunca había sentido interés por la política, pero creo que hay que ayudar a que los ciudadanos se diviertan», alega como principal motivación para haber concurrido en los comicios.

Gnarr, padre de cinco hijos, atribuye su elección al mazazo de la crisis sobre el estado de ánimo en sus conciudadanos. Tras la crisis económica que en octubre de 2008 colocó al país al borde del colapso después de desmoronarse el sistema bancario cambió el estado mental de la gente. Antes éramos más pacíficos, y tolerantes, y entonces, llegó el FMI», explica.

En cuanto a su programa de Gobierno, lo que han vendido en la campaña electoral son cosas como que no iban a cumplir ninguna de sus promesas o que harían más zonas para los niños puedan jugar. «Se pueden hacer cosas serias siendo divertido, nosotros ofrecemos confianza», matiza.

pictures_20100531_1024437341_crop1sub7 Uno no sabe si se lo toma en serio o para él lo de ser alcalde es un chiste más. Cuando se le pregunta cuál es su prioridad a corto plazo, contesta que está trabajando para que los niños puedan entrar gratis a las piscinas con servicio de toallas incluido. Cuando se le cuestiona sobre la posible adhesión de su país (320.000 habitantes) a la Unión Europea reconoce que no sabe del tema, y sobre la economía asegura que en su partido hay gente «muy inteligente» que se ocupa de esas cosas.

«Amo a Islandia de verdad, es mi tierra, quiero serle útil. El miedo, el enfado y la paranoia no son buenos para la gente, creo que yo puedo contribuir a mejorar esto», se justifica sin mover apenas esa cara que uno presupone expresiva por su anterior profesión.

Elude cualquier debate político

Cierto es que distrae la atención de otros debates más duros que han monopolizado los medios: la presencia del Fondo Monetario Internacional para ayudar al país a recuperarse, el dinero que le deben a ahorradores ingleses y holandeses tras la quiebra de un banco o, más reciente, las quejas de los agricultores y pescadores por el noviazgo con la UE, donde ni se les pasaba por la cabeza entrar antes de la crisis.

Entre pausas dubitativas, suspiros, miradas al cielo y ese gesto típico del que mesa la barba, Jón Gnarr, elude cualquier debate político. Cuenta que su gran ilusión siempre ha sido la de ser payaso y que piensa seguir trabajando como humorista.

En la distancia corta es más desconcertante aún que si sólo se le conoce por referencias. Hace reflexionar sobre las consecuencias de los votos de castigo y sobre el hastío hacia la clase política, que le ha brindado el homólogo a la islandesa del bastón de mando por cuatro años. Eso si, el chistoso, comprensivo y cercano alcalde sube y baja de los coches con chófer con la elegancia que caracteriza a cualquier pez gordo. En eso no es original».

«Ójala cunda el ejemplo. En España, por ejemplo, me vienen a la cabeza media docena de fabulosos cómicos -Buenafuente, Gran Wyoming, Joaquin Reyes entre otros- cuyas propuestas harían sonrojar a más de un diputado o concejal y arrastrarían a miles de seguidores.  «Me apunto» dice el autor del blog hoy soy tu, aunque no es el único. Hay gente en este país que opina lo  mismo.  Y yo que,

es hora de inspirarnos. 

FUENTE: 

http://www.hoysoytu.com/2010/06/hoy-soy-jon-gnarr.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/05/internacional/1278338860.html

:, ,

Comments are closed.

BUSQUEDA BLOG