MEDICINA CUANTICA

Son varios los médicos que están publicando libros y artículos abogando por la medicina natural. El otro día me pasé por la Casa del Libro en Gran Vía, Madrid y por cierto vaya lugar más estupendo para buscar, leer y disfrutar de libros, encandilada me compré entre otros, un libro gordo que aparecía entre cientos de ejemplares apilados en una columna alta y destacada, de esas que subordinan al ojo a prestar atención. Se trataba de Los Eternos Secretos de la Salud, de Andreas Moritz.

En la contraportada aparece la siguiente descripción: “Andreas Moritz es un terapeuta intuitivo que utiliza la iridiología, el Ayurveda, el shiatsu y la medicina vibracional en su trabajo diario. Autor de numerosos libros, entre los que destacan Limpieza Hepática y de la Vesícula y El Cáncer no es una enfermedad, es fundador de los innovadores sistemas de curación Arte Ener-Chi y Santemonía Sagrada, cantos divinos para la ocasión. Ha viajado por todo el mundo y ha tratado a jefes de estado y miembros de varios gobiernos europeos, africanos y asiáticos”.

Hay varias frases que me han llamado la atención en la Introducción del libro:

“Recobrar la salud no consiste en recurrir a una solución mágica y rápida; al contrario, se trata de un proceso de reconstrucción que afecta a cada faceta de nuestra vida, a saber: creatividad, trabajo, amistades, emociones, felicidad, etc. Sería muy simplista creer que unas cuantas vitaminas, un nuevo y maravilloso fármaco, una intervención o tan sólo un tratamiento médico alternativo pueden, de improvisto enmendar los efectos de muchos años de desatención.”

“El sentimiento de no poder hacerse cargo de uno mismo, de no poder controlarse, es una de las razones más comunes de las dolencias físicas y mentales; la mayoría de las personas lo llaman <stress>”.

“La enfermedad y el envejecimiento no forman parte del diseño genético. Incluso el llamado <gen de la muerte>, el encargado de acabar con la vida de las células de nuestro cuerpo en función de diversos periodos de vida predeterminados, es, en realidad, el que nos mantiene vivos. Sin ese gen todos moriríamos de cáncer en unas pocas semanas. En ese sentido, la destrucción controlada es la que da vida, y la vida que crece sin control –como ocurre en el caso del cáncer- puede ser la avanzadilla de la muerte”.

“En un intervalo de 2 a 10 días, el cuerpo reemplaza los diversos tipos de proteínas que forman nuestros genes y constituyen nuestras células. Los estudios radioisotópicos muestran que el 98% de los átomos que hoy componen nuestro cuerpo dentro de un año ya no estarán ahí”.

Estamos en medio de una gran transformación global que ha movido, cuando no conmocionado, los cimientos de la medicina convencional. La vieja división entre cuerpo y mente como dos entidades independientes está desmoronándose rápidamente debido a los conocimientos que aportan las corrientes más avanzadas de la ciencia médica, como Psycho-Neuro-Immunology o Mind/Body Medicine. La división cuerpo-mente, basada en los viejos y anticuados paradigmas del comportamiento del ser humano, en realidad no ha existido nunca”.

“En realidad, toda actividad mental nos deja una sensación física concreta llamada emoción. Las emociones están formadas a la vez por impulsos mentales y cambios físicos, y expresan la salid global de cada uno en un momento determinado”.

“El sistema endocrino, que genera hormonas en respuesta a nuestras experiencias mentales, es, de hecho, nuestra farmacia personal y es gratuita. El laboratorio que todos llevamos dentro puede fabricar todo lo necesario, y somos nosotros mismos los que formulamos las recetas”.

“Desde hace ya muchos años, los hospitales están registrando casos de pacientes que han experimentado lo que se llama una <>. La remisión de un tumor canceroso o de otras enfermedades graves ocurre cuando la persona afectada siente de repente una confianza y una felicidad como nunca ha experimentado antes”.

“El camino que conduce a una estado de salud y vitalidad permanentes poco tiene que ver con el tratamiento de la enfermedad, por mucho que la terapia sintomática sea el enfoque principal de la medicina convencional. La auténtica curación consiste en restablecer la conexión íntima entre un cuerpo y una mente sanos”.

“La base de la crisis sanitaria actual es el hecho de culpar a las enfermedades de nuestra falta de bienestar y combatirlas como si fueran nuestros enemigos”.

“Una ley natural indica que la energía sigue al pensamiento. SI la atención se centra en la enfermedad, o ésta se establece como punto de referencia y certeza en nuestra vida, uno nunca se liberará de ella, ya que la enfermedad se nutre de la energía negativa. Más del 90% de las enfermedades de la civilización occidental son crónicas por naturaleza, ya que no tiene tratamientos que sean eficaces, por lo menos desde el punto de vista de la medicina convencional”.

“Un estudio demuestra que la personas felices don las menos propensas a resfriarse, independientemente de que hayan estado más o menos expuestas a cualquier virus catarral”.

“El cuerpo humano no está diseñado para la enfermedad; al contrario, cuenta con muchos programas para mantener un perfecto estado de equilibrio y para restablecerlo en caso de que se rompa. La naturaleza del ser humano es estar sano, pero en nuestras manos está establecer las condiciones necesarias para que esos programas funcionen de modo eficaz”.

Ignoro lo que opinan los médicos convencionales al leer estas citas de Moritz. Posiblemente yo me sentiría algo ofendida porque su crítica se concentra únicamente en solo varios aspectos de la práctica médica. Recuerdo que hace unos meses me entró un profundo dolor de espalda. Intenté resistir varios días sin tomarme un antiinflamatorio pero cedí y felizmente logré dormir. Esto es un pequeño ejemplo, por no citar lo que ocurre en accidentes de tráfico cuando es la medicina convencional quién se ocupa del primer auxilio de estas personas que entran muchas veces en estados deplorables. En fin, seguiremos descubriendo a través de futuras entradas los conocimientos y consejos de Moritz al igual que de vosotros médicos tradicionales, si deseáis dar vuestra opinión.