MEDICINA CUANTICA

Repaso al Sábado Tarde

by on Mar.01, 2011, under Conferencias-Charlas, Cuántica, General, La Conciencia, Psicología

En la conferencia sobre la teoría cuántica que di el sábado pasado en Vitalea hablamos de lo pasmoso que sigue pareciendo que el átomo sea esencialmente vacío y que la sensación de solidez que experimentamos sea solo una ILUSIÓN.  Ya lo adelantó hace casi un siglo Max Planck en la ceremonia de recogida de su premio Nobel cuando dijo que la MATERIA NO EXISTE.  El mundo está compuesto de energía que vibra a diferentes frecuencias.  Es refrescante comprobar como las personas vamos digiriendo lo incomprensible, por ejemplo que no existan los colores, ni los sabores ni la textura sino que son la representación virtual que nuestro cerebro construye de un mundo que tan solo vibra.  Es la velocidad de las vibraciones o la FRECUENCIA lo que discrimina si la energía externa la vemos (porque las frecuencais son las más altas), la tocamos (las frecuencias más bajas y por tanto mas densas) y la oímos (todo aquello que tiene una frecuencia de 20 a 20,000 hz). En definitiva ir asimilando que somos seres electromagnéticos.  Me da la sensación por el lenguaje no verbal que capté el sábado mientras hablaba, que ya hay personas incluso de edad, que asienten cuando oyen sobre la cuántica e incluso diría que muchas denotan una actitud de aprobación, como si hubieran estado esperando que alguién diese una explicación plausible a los fenómenos de una naturaleza que saben por experiencia que ni es tán sólida ni tan predecible como uno podría pensar.

Los principios sobre los que se basa la cuántica son supremamente extraños y casualmente tendría que ser una rama de la FISICA la que probase la efervescencia que hay en el mundo concreto y sólido que registran nuestros sentidos. Por cierto que la teoría cuántica es el modelo práctico y teórico dominante hoy en día en el mundo de la ciencia.

Mi amigo Jose, físico térmico me aconsejó hace unos meses que utilizase el término de FUNCIÓN DE ONDA y no de energía para explicar el mundo cuántico desde el enfoque de la biorresonancia porque es más correcto describir a una persona en términos de función de onda (cada cual con la suya personal) que de energía (un término mucho más abstracto y amplio). Y al hacerlo se me encendieron un montón de bombillas porque me acercó a confirmar un misterio que giraba durante tres años en mi mente.  Si somos básicamente espacio vacío, ¿porqué me toco sólida?  Hace años había hablado con otro gran amigo, Alan, sobre los campos morfogenéticos de Rupert Sheldrake cuando me vino a la cabeza que si verdaderamente éramos energía (y no robustos y compactos seres), debíamos estonces estar «MODELANDO» el espacio conforme a la composición personal de las 4 fuerzas que compone al mundo y a nosotros mismos (gravedad, electromagnetismo, fuerza fuerte y débil), de tal forma que el resultado de la fuerza personal de cada cual conforma los aspectos peculiares de su físico (perfil de cara, forma de ojos y de nariz, mentón, hombros, caderas, etc.).  

Inicialmente me resistí a cambiar de argumento y dejar un término tan a mano como resulta hoy día, el de la ENERGÍA para explciar la biorresonancia pero al cabo de dos semanas fui a google y entré en wikipedia. Fue todo un descubrimiento ver el dibujo de una función de onda.  Instantáneamente me ayudó a entender de forma gráfica la idea de modelar el espacio.  El ámbito cuántico está compuesto de energía e información.  Si nos fijamos en el dibujo de la función de onda podríamos establecer el símil (y solo es eso, una analogía) que la energía es la máscara mientras que las líneas que lo configuran son nuestros programas o la información que corre incesante transmitida por nuestro sistema nervioso y por el propio ADN presente en los 100 trillones de células.

Y tras todo esto surge la pregunta el sábado: ¿es la medicina cuántica apropiada para tratar al ser humano? En definitiva el ser es una creación muy compleja que interactua con el medio ambiente en RESONANCIA con su contrucción física y psíquica para lograr tener vibraciones cada vez más altas. Estamos hechos de frecuencias e información que interactuan de forma constante entre si y con todo lo que hay alrededor. No creo que podamos llegar al fondo de los problemas de modo permanente obviando los efectos de la información y de la energía. Para entender porqué somos información puse este ejemplo personal: Fui a USA 3 veces en el periodo del año 2003 al 2006 y las tres veces fui detenida en inmigración. Es decir, me llevaron a la «pecera»; esto ocurre cuando no has pasado la serie de preguntas que te hacen nada más salir del avión y pisar el aeropuerto y te llevan escoltado a una sala aparte para interrogarte. El motivo de las «detenciones» no fue otro que llamarme igual que una terrorista que había cometido crímenes en el estado de Michigan hacía unos años. La causa de todo esto fueron estas 3 palabras: MARIA LUISA GARCÍA. Para solucionar este problema y acabar con el abuso fui al consulado norteamericano (tengo las dos nacionalidades) y cambié mi apellido por GARCÍA-SORIANO. Nunca más me volvió a pasar. En definitiva: cambia la circustancia porque cambia la información. Más allá de esto el sistema nervioso y el ADN no son más que códigos informacionales.

Por tanto, me baso en dos premisas para tratar a las personas:

1. Ninguna enfermedad es solo física
2. El exterior es un reflejo del interior

En la conferencia di a conocer el programa sobre el que estoy trabajando ahora y muy pronto saldrá a la luz.  La información estará disponible a través de una nueva web. Está pensado para tratar dos tipos de problemática:  (1) las personas que actualmente tienen alguna enfermedad o síntomas físicos y psíquicos, y (2) aquellas que necesitan hacer cambios en sus vidas pero no encuentran la fuerza o motivación para llevarlos a cabo.  En ambos casos estamos hablando de lo mismo aunque el enfoque varíe: aumentar los niveles vibracionales.  El programa consiste en un protocolo de 3 meses donde eso sí, hay que currar.  Como decía Emilio Duró, popular comunicador en el mundo empresarial, en una conferencia que vi el otro día:  «Si eres feo, ERES FEO.  ERES FEO Y ERES FEO.  Por favor acéptalo.  No te resistas más y ACEPTA LA REALIDAD».  Es evidente que yo no voy tan lejos como para juzgar si uno es guapo o feo; esto es subjetivo pero si estoy de acuerdo con él en que hay que aceptar la realidad.  (Por cierto si te has reído al leer el comentario de Emilio Duró, esa es tu sombra, que si admite socialmente pero a través del humor el ser unos «desalmados».  La sombra la vemos en la 4ª terapia al igual que los complejos.  Coincide con el 4º chkra y con la parada en Glastonbury, el corazón del mundo). El caso es que esto es así; uno tiene que poner de su parte si quiere lograr cambios importantes. 

¿Qué hacemos nosotros?  TODO.  Si tu pones 30 minuto diarios; nosotros nos encargamos del resto que concierne cambios en el triángulo sagrado de la sanación: respiración, alimentación, conciencia a través de un viaje cuántico donde recorrerás los puntos más sagrados del planeta.

Estoy muy contenta; el mundo avanza por senderos nuevos.  Casi que el orden explicado (el mundo que vemos con los ojos) del Profesor Bohm se empieza a abrir al orden implicado (sobre lo que todo se sustenta aunque no se vea) dando paso a nuevas formas de actuar, ver, sentir, y participar en un lugar, nuestro planeta, que nos lo ha dado todo.  Empezamos a concebir nuevas formas de colaboración y comunicación.  Quizá el mundo con todo esta tecnología sea mas evanescente y fluído que nunca y la nueva ciencia, LA CUÁNTICA, tan mágica, tan irreductible y tan eterna nos esté dando un empujoncito emplicándonos que todo depende de uno mismo.  El mundo es una construcción enteramente tuya.  En tus manos está el paraíso.    

CREDENCIALES:
FOTO 1: Albert Watson
FOTO 3: Albert Watson
FOTO 4: David LaChapelle

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