MEDICINA CUANTICA

Es inevitable vivir en esta cultura y no pensar en la economía hoy en día. Por mucho que una persona viva alejada del núcleo de la ciudad y su propio movimiento, las noticias económicas se filtran más allá de los medios de comunicación tradicional (los telediarios y periódicos principalmente).  Llegan a dominar las conversaciones que tengo e incluso a tamizar los ánimos. La Conciencia está tan tejida en el entramado financiero actual que no es fácil desviar la atención y obviar el interés diario aunque muchos intentemos soterrar su influencia a un lugar oscuro y sordo de nuestro interior, con el fin de permanecer inalterados.

Algo fascinante y prácticamente nuevo es que ya no pensamos únicamente en términos de la economía de casa sino que sabemos que nuestros intereses no solo dependen de la fortaleza financiera del país sino de los intereses y designios de países comunes al territorio geográfico al que se pertenece; la Unión Europea siendo el caso de los españoles, por ejemplo. Y no solo eso, sino que tenemos también cierta Conciencia de cómo otros países –fuera del área geográfica común- han de venir en nuestra ayuda para compensar los desequilibrios de deuda exterior, la confronta de pagos de bonos que vencen, e incluso el pago de nóminas de funcionarios en algunos casos. Es decir, a nivel económico nos empezamos a contemplar como una unidad en algún sentido. Y reflexiono sobre lo siguiente: ¿Tiene ese mensaje mucho que ver con la Conciencia unitaria que los maestros y gurús actuales nos fuerzan a considerar hoy día?

De ser así esto sería una buena consecuencia de la crisis.

La relación entre la economía y la salud es evidente. El dinero es energía –y muy poderosa- como cualquier otra sustancia o elemento que contenga masa pues es el medio de comunicación más utilizado y constituye al final el establecimiento de densidad más tangible y común. Permite CREAR. Y así la economía se concentra en uno de los centros energéticos o chakras más importantes y desde luego el más material de todos: el primer chakra –Mudalhara-. Es imposible que una persona logre armonía y estabilidad si sus finanzas andan revueltas. Del mismo modo los estudios de Maslow en “ La Teoría de las Necesidades Humanas” demuestran que los aspectos que forman parte de la supervivencia (comida, higiene básica y casa) son la base de la pirámide. Si esta primera base de la pirámide no está cubierta, el Todo se desmorona. Es muy importante, por tanto que el primer chakra del ser humano sea firme y esté equilibrado para poder soportar el resto de energía que va organizada de acuerdo a las categorías que conforman el resto de chakras o la información que va de lo más denso y material –todo aquello que vemos- a lo mas intangible –como los pensamientos y la relación espiritual-. Y la estabilidad financiera en estos tiempos parece una meta inalcanzable.

Es cierto que a nivel personal, encuentro la cuestión del dinero fascinante; no el dinero en sí, sino sus entramados y la energía que se concentra en su poder. Los hilos e intereses que mueven la química monetaria, fiscal y tributaria y las desviaciones que la posesión del dinero nos hacen cometer. Eso no significa que no considere -al igual que el resto-, que la situación actual es un auténtico reto y que no parezcan haber puertas abiertas que nos permitan la salida airosa aún a paso lento de esta crisis.

Un pilar fundamental del ámbito cuántico es la INFORMACIÓN, la cual según algunos expertos del establishment –Academia-, como es el caso del catedrático de la Universidad de Oxford, Vlatko Vedral, es lo esencial o en sus propias palabras “Las unidades de información son lo que crea la realidad, no la materia ni la energía”. Por tanto, tengamos CONCIENCIA o no, la información es siempre la clave. En absoluto cuento con la información ni suficiente ni fiable para saber cuáles han sido todos los factores que han causado esta crisis y menos todavía las soluciones para salir de ella pero si veo que la SOMBRA está ejerciendo una tremenda labor sobre mi. Es decir, no me he responsabilizado del actual vaganbudeo financiero y solo veo los elementos externos y comunes como es el gobierno, la clase política, los banqueros y el abolengo de intocables financieros como los responsables absolutos del desastre colectivo que parece invadirme.

A nivel individual, no hay forma de sanar hasta que uno no se responsabiliza de su salud y deja de culpabilizar a esposos/as, padres, entornos en la infancia y todo tipo de condicionamientos.  Por ejemplo, he cambiado la percepción de la mujer maltratada.  Antiguamente mi sentimiento ante un caso de violencia física era el de un sentimiento de abatimiento, de una malograda resignación de un destino inescapable y de una inmensa lástima por parte de la víctima, mientras ahora la responsabilidad ya está en manos de la propia víctima por negarse a permitir la situación de abuso.  Si está en manos de un maltratador ha de saber decir NO y poner un límite a su penosa situación mediante el amparo legal, acudiendo a la Justicia y apoyándose en su ámbito familiar.  Cualquier cosa menos permitir el abuso de la violencia.  Entonces, ¿No debe de ser aplicable la misma verdad a nivel colectivo? ¿Eso de responsabilizarse por la situación en la que me hayo, sea cual sea el origen o las causas de las mismas?

Se mire por donde se mire, he estado ahí de forma activa (comprando compulsivamente y en ocasiones a crédito lo que no podía pagar contante y sonantemente) y en la mayoría de veces de forma pasiva (sin querer ir un paso más allá involucrándome y educándome sobre los fines últimos de los impuestos que obligatoriamente pago cada mes, de la equidad de las leyes vigentes, de la capacidad real de los líderes que he elegido libremente en las urnas, o incluso de las empresas que he apoyado en cada compra, y de un largo etcétera).

El país es al fin y al cabo el resultado de las acciones que ejercen cada uno de los ciudadanos; es la suma individual que conforma el colectivo y así no creo que esté, en cuanto a una salida de la crisis o futura prosperidad, en manos de ningún gobierno, como he oído últimamente, ni incluso que sea víctima de ningún infame ni depravado banquero o financiero. Quizá haya una fuerza contraria que hace de contrapeso, y de hecho he estado ahí accediendo gustosamente a los beneficios que me ha reportado la famosa sociedad de consumo.  Aunque ahora en este peculiar cambio de ejes donde vivimos inmersos en la sonada e incómoda escasez de dinero estoy cual mañaca revolcándome en el suelo con una grandísima rabieta, apuntalando con ira a los avariciosos, inmorales y corrompidos personajes de Wall Street, FED, bancos centrales y banquetes nacionales-locales esperando que la Justicia les meta mano.

Pero no quiero pensar que la rabieta es la solución apropiada para mí. Prefiero concentrarme en la información contenida en mi primer chakra y ver antes que nada cómo he contribuido sigilosa y pasivamente a crear esta situación, ver qué ajustes tengo que hacer para amoldarme lo antes posible y entender porque este proceso es absolutamente necesario para avanzar en mi evolución.

ACLARACIÓN: La Victimización es un concepto totalmente CONTRA-CUÁNTICO.