MEDICINA CUANTICA

El Médico Cuántico II- Amit Goswami

by on Nov.04, 2009, under Medicina, Medicina Natural, Merodeando en Libros, Tributo a los Héroes

Seguimos con la serie de artículos destinados a difundir el conocimiento que el Dr. Amit Goswami hace gala en su libro “El Médico Cuántico”. En este caso extraemos del capítulo I un fragmento de definiciones que vienen muy a mano para aclarar términos dentro de la medicina.

“La medicina convencional o alopática se basa en la premisa de que la enfermedad se debe o bien a la acción de algún agente tóxico externo, como los gérmenes (virus y bacterias) o bien al mal funcionamiento mecánico de un órgano interno del cuerpo físico. En la alopatía, la curación se lleva a cabo principalmente mediante el tratamiento de los síntomas de la enfermedad, hasta que desaparecen, a través de fármacos, cirugía y (en el caso del cáncer) radiaciones de energía. Hay otras técnicas nuevas y exóticas, como las de la terapia genética o la nanotecnología, que pretenden corregir el trastorno mecánico a nivel molecular, pero de momento no dejan de estar en el campo de la ciencia-ficción.

En cambio, en la medicina mente-cuerpo, la premisa es que la enfermedad se debe a un problema mental, por ejemplo, el estrés. La curación estriba por tanto en corregir el problema de la mente, que a su vez corregirá el problema fisiológico.

Desde el punto de vista de la acupuntura, la enfermedad aparece como consecuencia de ciertos desequilibrios en los patrones de la energía (el chi) que discurre por el cuerpo. La curación estriba en corregir estos desequilibrios mediante la punción de la piel con unas minúsculas agujas en determinados puntos del cuerpo. La energía a la que se refiere la acupuntura es una <energía sutil>, que no hay que confundir con las manifestaciones habituales de la energía, que es la energía <burda> o <gruesa>.

La acupuntura es el ejemplo más cómodo de la medicina tradicional china, un sistema que junto con la acupuntura, utiliza hierbas especiales para corregir los desequilibrios en los movimientos de esta energía sutil.

En la homeopatía, la idea básica consiste en que <lo semjante cura a lo semejante>, a diferencia de la cura mediante lo <opuesto> (el fármaco descubierto mediante ensayo-error) de la alopatía. La misma sustancia que produce los síntomas clínicos groseros en una persona sana, si se aplica en una concentración muy diluida y potenciada, genera un alivio de los mismos síntomas en la persona enferma, motivo por el cual la homeopatía sostiene que <lo semejante cura a lo semejante>. Pero la curación se convierte en algo misterioso, por cuanto el agente medicinal se suele aplicar (de forma exitosa) en diluciones tales como una parte de cada 1030 o incluso aún más diluido.

El Ayurveda es la medicina tradicional india. Gracias al trabajo de luminarias como el médico Deepak Chopra (2000), conceptos ayurvédicos como los de los doshas se han convertido en tema de juegos de salón. ¿Qué eres, una persona vata, una persona pitta o una persona capa? Vata, vitta y capa son los nombres sánscritos de los tres doshas, desequilibrios de la estructura y el movimiento corporal que todos padecemos en distintos grados. La preponderancia de un único dosha en detrimento de los otros dos o, en ocasiones, la combinación de doshas, caracteriza a cada ser humano. De hecho todos tenemos unos niveles básicos individuales, mientras que la enfermedad aparece cuando se dan desviaciones en estos niveles. Para devolverle al cuerpo los niveles básicos de sus doshas, se utilizan hierbas, masajes y técnicas purificadoras.

La sanación espiritual se basa en la idea de invocar el poder <superior> del Espíritu a través de la oración y de otros rituales para provocar la curación (Holmes 1938). La sanación chamánica, la sanación por la oración, la Ciencia Cristiana, la sanación por fé y la sanación intuitiva entran dentro de esta categoría.

Usted se dará perfecta cuenta de lo difícil que les resulta a muchos profesionales de la medicina convencional llegar a buenos términos con las distintas prácticas de la medicina alternativa que se definen aquí. La medicina mente-cuerpo, parece predicar que un pensamiento, un fenómeno supuestamente cerebral que supone una minúscula cantidad de energía, puede provocar la enfermedad o puede curar, cosa que, según la medicina convencional, precisa de la emisión de neuroquímicos y de otros procesos filológicos que involucran grandes cantidades de energía. <<¡Absurdo!>>, puede serla reacción del profesional alopático. La medicina china habla de una energía sutil, pero ¿qué es eso de energía sutil? ¿Por qué no la hemos encontrado en el organismo ni en los canales (llamados meridianos) a través de los cuales dicen que se mueve? Sencillamente, porque no existe, dirá el médico convencional en su exasperación.

De igual modo, si tienes una mente científica y quieres comprender la relación existente entre la medicina convencional y la medicina de los doshas, te quedarás sumamente decepcionado leyendo la actual literatura ayuvédica. Dada la falta de comprensión en términos médicos convencionales (fisiológicos) sobre el origen de los doshas, el alópata no podrá dejar de ser escéptico.

En lo que se refiere a la homeopatía, la convencionalista manifestará un claro desorden. En algunas diluciones medicinales que prescriben los homeópatas, ni siquiera llega a haber una molécula de la planta, o de la sustancia de la cual se derivó el medicamento. Según el pensamiento convencional, la medicina homeopática debe entenderse, por tanto, como puro efecto placebo. (la ingestión de píldoras de azúcar disfrazadas de fármacos), y la curación debe considerarse como algo meramente fortuito.

Del mismo modo, la sanación espiritual, la idea de confiar en el Espíritu para la sanación, se encuentra con resistencias. El Espíritu, para un alópata, es un concepto dudoso, y por tanto, confiar en él equivale a confiar los procesos naturales del organismo, que con frecuencia se ven incapaces de devolver la salud. Pretender esto, cuando se tienen a disposición tantos y tan potentes fármacos, en la medicina alopática, resulta absurdo para el médico convencional.

Muchos profesionales de la medicina alternativa se muestran igualmente desdeñosos con la práctica alopática. Los fármacos alopáticos son en gran medida venenos que tiene efectos secundarios perjudiciales para el organismo, dice: de modo que, ¿para que envenenar el organismo cuando se puede echar mano de las medicinas alternativas? Y de todas formas, la alopatía es ineficaz tanto en las enfermedades crónicas como en las degenerativas. Y, por último, la medicina alopática tiene una decepcionante relación eficacia-coste. Como sin duda sabrá el lector, es el coste de la medicina alopática lo que esta haciendo que la gente busque alternativas para sanar sus dolencias.

Existiendo estas profundas divisiones entre los profesionales de ambos campos de la medicina ¿Cómo podremos llegar a una Medicina Integral, una medicina capaz de ser aceptada por ambos bandos? La respuesta es ésta: tenemos que ir hasta las raíces filosóficas de todas las prácticas médicas para descubrir una filosofía unificadora que permita construir un puente entre ellas.»

FUENTE:  LIBRO EL MÉDICO CUÁNTICO DE AMIT GOSWAMI

 



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